Ficciones

No te echo de menos

No te echo de menos.

A ti no, pero echo de menos lo que me hacías sentir.

Los besos furtivos que tan bien cazabas.

Mis gritos ahogados por la palma de tu mano, porque nos iban a oír.

Los encuentros casualmente buscados.

Los disimulos, tan sobreactuados.

 

 

Ojalá volver a ver tus ojos con aquella expresión de sorpresa cuando te besé,

y tu espontáneo «¡por fin!» cuando dejé de besarte.

Tu risa, siempre alargando los buenos momentos, provocando la mía y haciéndome olvidar el origen de nuestras carcajadas.

No te echo de menos, ni quiero que vuelvas.

Pero cómo echo de menos lo que me hacías sentir…

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.