Tanto si es inesperado como planeado, que llegue el momento de echar un polvo es siempre motivo de alegría.
O debería serlo, porque cuando te lo estás gosando y te cortan el rollo, aquello no hay quien lo remonte. Os dejo el listado de las cosas que odio cuando estoy en plena faena:
- Que usen diminutivos para hablar de partes de mi cuerpo.
- Que se haga el remolón para ponerse el condón o intente convencerme para no usarlo. Si os ocurre podéis contestarle como esta weloversize.
- Siguiendo con lo anterior, que no lleve condones encima. Me da qué pensar.
- Que pretenda mantener una conversación jocosa durante el acto (me encantan los tíos que me hagan reír, ¡pero cada cosa a su momento!)
- Que doble cuidadosamente la ropa tras quitársela (esto es REAL)
- La torpeza al maniobrar: al quitarse la ropa, al quitármela a mí…
- Los tíos que lo hacen en silencio absoluto (Tierra llamando a compañero de coito…)
- Que mire distraídamente a la tele mientras lo hacemos (ya no digamos al móvil)
- Que busquen feedback todo el rato preguntando si me está gustando cada veinte segundos. Las inseguridades son malas compañeras de cama.
- Que me insulten. Por ahí no paso.
- Follar sin morrear
- El coitocentrismo (¿esto no está ya lo suficientemente hablado?)
- Que no me avisen cuando vayan a terminar (obviusly)
- Los “yo soy tu papi” y derivados. Ahí la risa me entra irremediablemente.
- Que cuando se vaya me de dos besos para despedirse (si ya nos lo hemos comido todo, chaval).
Y vosotras, ¿qué es lo que odiáis que pase durante el sexo?
Post publicado originariamente en Weloversize