El rincón violeta

Señores, acostúmbrense

Señores, acostúmbrense a callar cuando es una mujer la que habla,

a que su opinión no sea siempre la última palabra en una conversación.

A no ser protagonistas. A no dirigir. A no organizar.

Acostúmbrense a no llevar razón, a no conseguir siempre sus objetivos a toda costa, a frustrarse. A renunciar.

Acostúmbrense a no conseguir satisfacer con dinero toda necesidad que tengan.

 

 

Acostúmbrense a cuidar, a mostrarse vulnerables. A llevar un hogar, a planificar, a tener en cuenta las necesidades de los otros.

Acostúmbrense a escuchar. A empatizar.

Acostúmbrense a nuestra presencia en toda situación. A nuestras demandas. A nuestra lucha.

Váyanse acostumbrando, señores. Más les vale, porque ésto no ha hecho más que empezar.

#8M 

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.