El rincón violeta

Las cuestionamos solo a ellas

¿Por qué no denuncia? ¿Por qué aguanta?

 

¿Por qué sigue con él? ¿Por qué retira la denuncia?

 

¿Por qué le justifica? ¿Por qué le defiende?

 

¿Por qué dice que no me meta en sus asuntos cuando interrumpo una de las discusiones en las que la está gritando, amenazante?

 

Muy seguramente, porque de niña lo único que la preguntaban sus parientes era si tenía novio en el cole.

Porque creció escuchando consejos acerca de cómo ser callada y buena, porque si no nadie la iba a querer.

Porque cuando iba al cine de la mano de sus padres, veía películas de princesas.

 

 

Porque en su pubertad le rodearon las amenazas de lo que la pasaría si iba por tal o cual sitio, sola.

Porque quizá pasó toda su adolescencia sin disfrutar de una obra de ficción en la que la protagonista fuera una mujer independiente.

Porque escuchó chanzas acerca de aquella tía que se había quedado para vestir santos.

 

 

Porque a pesar de viajar, estudiar, trabajar y crecer poco a poco como persona, su entorno se interesaba más por la existencia y características de su pareja sentimental.

Porque desde que cumplió los 25 no deja de explicar la razón de no haber formado una familia.

 

 

Porque poco a poco le hicieron ligar indefectiblemente su autoestima con el hecho de tener pareja.

Porque nadie se interesó realmente por ella, al margen de su predestinado papel de novia, esposa y madre, y ahora ya no sabría qué papel interpretar si se lo arrebatan.

 

2 Comments

  • Lachicaimantadadezapatosrojos

    Precioso!!! Lástima que quede tanto por cambiar y mucho en la autoestima de las mujeres.

    • Carmen Lerenda

      Mucho por hacer, empezando por la educación, por tener cuidado en cómo nos dirigimos a nuestras niñas…

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