Ficciones

El prebeso

Para una persona caprichosa como yo, que siempre se enfoca en el conseguir, que provoca que las cosas ocurran, es muy difícil esperar por algo que tienes tan claro que quieres…

 

Fluir es una palabra corta de consecuencias alargadas. Manejar los tiempos me desespera, pero reconozco que estoy descubriendo placer en adornar esta cuenta atrás imaginándome una tras otra vez cómo será el abrazo que te dé tras el beso, a qué sabrán tus labios, dónde colocaré mis manos tras recorrer tu pelo, cuello, hombros y antebrazos, qué pensaré cuándo por primera vez te huela tan de cerca y cuál será mi excusa para recorrer los últimos centímetros de distancia entre nosotros y aplastar todo ese aire sobrante entre nuestros cuerpos. Me imagino que nos acoplaremos a la perfección, sé que tendremos las mismas ganas, sobra decir que sonreiremos mientras ocurre y nos moriremos de la vergüenza cuando retomemos nuestras posiciones originales. Ya he hundido tantas veces mi nariz en tu barba en mi mente,  que cuando suceda saborearé una sensación de familiaridad. 


Qué pequeño se queda el miedo a la decepción cuando todo lo que imaginas merece tanto la pena…

 

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